El grupo de marcas Volkswagen tiene una relación de amor y odio con el software. Por un lado, el escándalo Dieselgate dejó a la empresa con sede en Wolfsburg en un estado de crisis junto con el resto de la industria automotriz. Y en segundo lugar, VW todavía tiene problemas para escribir código a prueba de balas.
Tomemos, por ejemplo, el Golf de octava generación que tenía demasiados errores en el lanzamiento. El hatchback ID.3 también se vio afectado por problemas masivos, por lo que las primeras unidades salieron de la línea de producción en Zwickau con un software incompleto. Volkswagen se enfrenta ahora a otro problema relacionado con el software y, en esta ocasión, las repercusiones pueden ser muy, muy graves.
CNN informa que el fabricante de automóviles alemán y su subsidiaria de cuatro anillos de Ingolstadt se han visto afectados por una violación de datos por una suma de más de 3 millones de clientes. El ataque ha expuesto información confidencial como el número de teléfono, la dirección de correo electrónico, la licencia de conducir y el número de seguro social.
La infracción se debe a un proveedor externo que utilizan Volkswagen, Audi y algunos de sus concesionarios. Recopilados entre 2014 y 2019, los datos recopilados con fines de marketing “se habían dejado en un archivo no seguro”, según CNN. Volkswagen Group of America se ha acercado a aproximadamente 90.000 clientes para ofrecer protección crediticia gratuita y, algo típico del coloso alemán, el nombre del proveedor pirateado no se ha hecho público.
A decir verdad, este desafortunado giro de los acontecimientos no es un caso aislado para la industria. Hay toneladas de informes de hackers que ingresan a los sistemas de información y entretenimiento de los vehículos modernos para acceder a la libreta de direcciones, rastrear al propietario a través del GPS o incluso conducir el vehículo de forma remota. En detrimento del mercado de accesorios, los problemas de ciberseguridad explican el cifrado infernal de las ECU que se encuentran en el Corvette de motor central y el Chevrolet Tahoe basado en T1xx.
Es más, su viejo automóvil es un tesoro de datos sobre cuatro ruedas que puede llegar a las manos equivocadas. Hace dos años, The Washington Post compró un sistema de información y entretenimiento Chevrolet Volt de segunda mano en eBay que contenía datos suficientes para reconstruir los viajes y las relaciones de un extraño en Nueva York.